En un ejercicio práctico y de investigación, se propone este conjunto de viviendas en una zona de bajo impacto residencial en el que se plantea un sistema lineal de siete torres. Con un sencillo esquema, en el que las plantas se despliegan sobre su mismo eje, se dispone un núcleo que articula la simultaneidad de terrazas y jardines que rotan y se abren a las vistas privilegiadas del sector.

En un extenso bosque nativo de la zona, se organizan los cuerpos linealmente en una estructura que busca reducir el impacto visual y territorial, implantando una vía central de acceso peatonal y vehicular en planta sótano a las distintas torres. De igual manera, se reduce considerablemente el porcentaje de ocupación del terreno al trasladar las zonas comunitarias a las cubiertas de las torres, equipándose cada una de piscina, solárium y sistemas de captación solar.

Siguiendo el programa general de cada módulo habitacional, se disponen cuatro viviendas tipo en dúplex, con un núcleo central en el que se jerarquizan la zona de día de la de descanso en la planta superior. Cada una de ellas, a su vez disfruta de terrazas privadas con jardines perimetrales que siguen la geometría original del proyecto y que ofrecen grandes voladizos a lo largo de la misma. Los voladizos que sobresalen del núcleo central de la torre se alternan verticalmente debido al giro de las terrazas proporcionando a su vez, limitar las zonas en sombras proyectadas sobre los planos de fachada interiores.

Las zonas comunitarias con jardín, piscina y solarium se sitúan en la cubierta de las torres para ‘consumir’ el mínimo espacio en planta y aprovechar al máximo el asoleamiento y las vistas sobre el bosque. Con estos recursos, no solo se garantiza un proyecto menos invasivo, sino que se ofrece la posibilidad de crear una tipología de vivienda multifamiliar que cuenta con las mismas bondades de una residencia unifamiliar tanto en superficie como en el porcentaje de zonas verdes.

 

 

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