El primer proyecto de ON-A se situó en una población de veraneo de la Costa Brava. En un céntrico local ya existente se planteó la creación de un Lounge & Bar. Los recursos aplicados estimulan todos nuestros sentidos: podemos encontrar efectos visuales, cromáticos y auditivos los cuales conjugan la experiencia general del visitante quien se ve inmerso en una geometría orgánica y particularmente compleja.
La singularidad de este proyecto parte de su estructura un tanto confusa en un primer momento pero que gradualmente se vuelve perceptible y ordenada: un sistema ramificado que jerarquiza cada espacio y que genera a su vez una transparencia cuya continuidad resultante, permite la interacción de sus usuarios. Dentro del programa, cada uno de los ámbitos están comprendidos en recintos claramente definidos: una zona de barra, una zona reservada para grupos, zonas de permanencia y como epicentro, los privados.
Partiendo de una planta regular con una superficie de 200m², se dispone una zona de barra longitudinal que se ve enmarcada por las dos zonas reservadas para grupos, y los espacios comunes que conllevan a una mayor interacción próximos a las zonas de servicios. El lenguaje de esta matriz estructural se traslada a la planta en un dibujo en el pavimento que se adapta a la geometría de la barra y los privados.
La iluminación fue un parámetro fundamental para generar la atmósfera de las salas principales. La transición del día a la noche se refleja en la superposición de escenas y ambientes nocturnos mediante fluorescencia RGB, creando combinaciones cromáticas que transforman el proyecto en un generador de impresiones visuales.
Estructura de malla metálica
El concepto general del proyecto parte de generar una malla tridimensional en acero que además de conformar el volumen de acceso, se traslada al interior del local existente como una extensión capaz de adaptarse y de resolver las exigencias del programa con una misma materialidad.
Los espacios se enmarcan en las cavidades existentes que se configuran en la matriz estructural del proyecto: una malla tridimensional compuesta por más de mil quinientas caras que ofrece una complejidad y riqueza en cuanto a la visualización general del proyecto, el cual se perfila siempre cambiante según la ubicación y condiciones lumínicas en el que se localice el visitante.
La malla metálica desplegada, se convierte en una compleja red tridimensional conformada por 355 piezas diferentes de chapa de acero de 4mm. Mediante una rigurosa codificación, se controlaron la ubicación y disposición de cada elemento, así como su respectivo corte, que mediante láser, lograron acumular las 1538 caras que configuran la estructura del conjunto. Para su montaje, se hizo necesario el empleo de plegadoras de control numérico, un recurso que permitió finalmente configurar cada tramo con sus más de 1.200 ángulos.
Corte láser
Plegado
Taller de montaje
Proceso de trabajo
El resultado final del proyecto desempeña un papel crucial en la creación de la experiencia multisensorial deseada. Para lograr una experiencia arquitectónica completa, es fundamental involucrar todos nuestros sentidos.
GALERÍA DE IMÁGENES
We use cookies to ensure that we give you the best experience on our website. If you continue to use this site we will assume that you are happy with it.OK