La reestructuración del complejo deportivo de Camp Clar para la celebración de los Juegos Mediterráneos de 2018 implica planificar dos realidades: la primera, durante el desarrollo de los juegos; y la segunda, una vez finalizados, cuando el programa debe consolidarse en la creación de un gran parque deportivo.

El proyecto es una colaboración con la Oficina de Diseño del Ayuntamiento de Tarragona. Esta área, con más de 250.000 m², está concebida para acoger un gran número de eventos de los Juegos Mediterráneos, celebrados en Tarragona en 2018. Las instalaciones incluyen un pabellón deportivo con capacidad para unos 5.000 espectadores, un estadio de atletismo con una capacidad temporal para 12.000 espectadores y un centro de deportes acuáticos.

Otra parte esencial del encargo consistió en analizar cómo podría utilizarse el espacio tras los juegos y cómo se mantendrían las instalaciones. En consecuencia, las infraestructuras que no podían garantizar una rentabilidad a largo plazo se consideraron temporales, destinadas únicamente a su uso durante los juegos.

Las instalaciones que podían reconvertirse, como el pabellón deportivo, serían permanentes

Tras los juegos, la zona se transforma en un gran complejo deportivo para los residentes de Tarragona y los equipos deportivos locales, convirtiéndose además en un nuevo espacio verde para la ciudad y en un elemento de conexión entre los barrios de Bonavista y Torreforta.