El desarrollo de un prototipo destinado a pabellón en uno de los parques del distrito de Manhattan NY, viene estimulado en un ejercicio práctico en la exploración de estructuras paramétricas que amplíen la visión a las posibilidades que otorga la aplicación de esta tecnología.
En esta ocasión se trata de un espacio público que, dada su centralidad y desuso, pretende revalorizar este vacío urbano no solo con la presencia del pabellón sino con una propuesta global de mobiliario y pavimentos que remarcan la radialidad y geometría de la misma.
El pabellón efímero de 200㎡ responde a una malla tridimensional que viene codificada a coordenadas y ejes principales sobre los que se establece no solo la geometría romboidal, sino la escala de las aberturas desplegadas como una superficie protectora teniendo como referente la estructura formal del deployé.
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